Testimonio de Lazlo Moussong
Testimonio de Lazlo Moussong
Cuando Roberto Rodríguez Baños me invitó, casi tan pronto como encabezó Plural, se me vino encima una cacerola hirviente de dudas. Yo estaba seguro de que Roberto iba a sacar adelante la sobrevivencia de Plural, debido a su experiencia como periodista, su cautelosa y astuta reflexión sobre las consecuencias de sus decisiones y actos y el hecho de que nada tenía que ver con la mafia de Octavio Paz sino, exactamente al contrario, Roberto llevaba una convicción de izquierda y un espíritu de apertura que consolidaría un nuevo espacio cultural sin mafia.
Podría resumir esa cacerola hirviente de dudas mías, en que íbamos a sustituir a un personaje de fama internacional, independientemente de sus dos principales nefastas características: su agresiva posición de derecha y su destructivo elitismo, patriarca de una mafia exclusiva para favoritos suyos, algunos de gran talento y otros falsos talentos sólo vestidos de cultura, voraces (como siguieron y aún siguen demostrándolo) buscadores de beneficios económicos, poder cultural, acaparadores de empleos cuyo desempeño delegan en subempleados amigos suyos y silenciadores de todos los que no compartieran ese espíritu mafioso.